Juan Carlos concede una segunda vida a los recuerdos.
Aquí puedes ver algunos ejemplos...
Camas que vuelven a ser cómodas y robustas
Sillas y reclinatorios de tiempos pasados
Armarios y baúles cargados de nostalgia...
Y trillos que evocan un pasado de trabajo y dedicación
¿Te ha gustado? Pues la belleza de la casa (de su hogar) es mucho mayor cuando percibes el olor a madera, y sobre todo, cuando Juan Carlos te narra la historia de cada rincón, de cada obra, de cada momento.
Ven a La Huerta y descúbrelo por ti mism@